Superfluo, flua.

(Del lat. superflŭus).

1. adj. No necesario, que está de más. 

En ajedrez, pieza superflua: Aquella que no cumple ni desempeña función alguna.

La primera vez que ví­ esta partida quedé bastante impresionado. Fijaros en el alfil de g7. En principio no se diferencia mucho de ese heroe que habitualmente nos ayuda a machacar a nuestros rivales en el gambito Benko. ¿Alguien osarí­a decir que es un alfil malo?. ¿Es acaso peor que el alfil de d2?. Bien, antes de ser acusado de herejía voy a tratar de explicar lo que está pasando aquí. Como es tí­pico en esta variante el flamante alfil volguiano está situado en la importante diagonal central h8-a1. Hasta aquí todo normal. Pero entonces viene la clave del concepto. Habitualmente dicha diagonal está llena de objetivos blancos y de piezas negras dispuestas a ser apoyadas por él. Sin embargo, en este caso concreto no puede atacar ningún objetivo, ya que después de b3 es una diagonal completamente vacía, y además no puede coordinarse con ninguna de sus piezas. Esto es lo que denominamos “alfil superfluo” o sin uso; un alfil en principio excelente que sin embargo no tiene utilidad al no aportar influencia alguna sobre el juego. Conviene distinguir dicho concepto del de “alfil malo” ya que son totalmente diferentes. Teniendo esto en cuenta, ¿debería el blanco cambiar su alfil de d2 por el de g7?. Sin duda la respuesta es no. El alfil de d2 cumple una función pequeña pero vital en esta estructura: Cubrir la casilla b4. Si no existiera, las piezas pesadas negras colonizarían cómodamente b4 siendo imposibles de expulsar. Tarde o temprano la presión sobre b3 o a4 (tras c4) sería imposible de soportar y el flanco de dama blanco se vendría abajo.

Veamos cómo se desarrolló la estrategia contra dicho alfil basada en el desalojo de piezas situadas en su diagonal de actuación con el objetivo de hacerlo superfluo. Para ello retrocederemos unas jugadas en el análisis de dicha posición.

Un caso parecido pero aún más extremo tenemos en el siguiente ejemplo:

Aparentemente el alfil de d5 es una gran pieza. Centralizado, su acción llega a ambos flancos. Sin embargo, tiene dos problemas importantes:

1.  No puede coordinarse con el resto de su ejército por lo que su acción no es realmente efectiva.
2.  Ocupa una casilla en la que otras piezas funcionarían mejor (fundamentalmente el caballo) y no tiene posibilidad de moverse por lo que actua de tapón en la columna d.

Veamos cómo Polugaesvky aprovecha magistralmente este concepto.

 

Para evitar el riesgo de quedar con un alfil superfluo debemos pensar estratégicamente con bastante anticipación. Para ello tenemos que valorar en qué lugar del tablero se va a desarrollar la parte más importante de la lucha y si nuestro alfil participará o no en ella adecuadamente. En caso negativo adelantarnos buscando el cambio de dicha pieza.

La siguiente posición es una muestra de dicha anticipación.

En la partida David Martinez - AlejandroF , Madrid 2002, se llegó a la siguiente posición:

 

Las negras han conseguido dejar al rey blanco en el centro y aparentemente tienen una buena posición. Sin embargo, la ventaja estática está de parte de las blancas (pareja de alfiles con estructura flexible). Si su rey consiguiera refugiarse en el flanco de dama sus ventajas constantes empezarían a hablar. Aquí me dí cuenta de que los días de gloria del alfil de b7 habían pasado (choca contra el muro de peones de f3). Además tenía un riesgo real de convertirse en un alfil superfluo en la lucha que va a producirse tarde o temprano en el flanco de rey (especialmente en puntos como g7,h7 tras un posible g4 ) o bien quedar sepultado tras d5. Comparándolo con su homólogo blanco en d3, que actua en una diagonal con más futuro, será ciertamente peor en la lucha venidera.Con estos pensamientos en la cabeza no fué dificil realizar la siguiente idea:

                             ¡TEST!

 

                         SOLUCIÓN

14...Ae4!  Estrategia y táctica van de la mano haciendo posible esta jugada. Con ella se consiguen varias cosas de una vez:

1.  Anticiparnos a un posible caso de alfil superfluo.
2.  Alterar el balance eliminando su ventaja estática (pareja de alfiles con estructura flexible).
3.  Llegar a un tandem favorable (dama+caballo vs dama+alfil). La superioridad en las casillas blancas será más clara ahora.
4.  Eliminar un defensor del rey blanco haciéndolo más vulnerable.

 

Reproduzco el resto de la partida en tablero:

Resumen de ideas

Consejos para jugar contra un alfil superfluo:

• Desalojar completamente la diagonal donde se encuentra actuando dejándole sin objetivos de ataque (método utilizado por Kuzmin).
• Evitar que dicha pieza pueda ser cambiada por alguna de las nuestras. Para ello aplicamos la técnica de jugar "alrededor de él" (recordad Ad8! - Aa5! de Polugaesvky).
•  Impedir su coordinación con el resto de fuerzas enemigas.

Consejos para evitar un alfil superfluo:

•  Buscar a toda costa la coordinación del resto de nuestras fuerzas con él.
•  Anticiparnos estratégicamente sabiendo en qué parte del tablero se va a desarrollar la lucha principal y si es necesario buscar el cambio de dicha pieza.